No, no me interesa (no remueve las fibras del deseo) la actualidad según la cuentan. Siempre igualdades parciales, siempre separatismos excluyentes. No. Separemos lo cálido, lo cualitativo. Igualemos a todos, al menos como posibilidad. Y, como efecto de todo ello, equilibremos parcialmente y separemos suavemente, como en una relación erótica tan llena de confianza como de curiosidad. Lo imposible es el único horizonte cuya radicalidad dibuja la línea hacia la que tender. (en la imagen el lago Titicaca al amanecer)