CUADRAGÉSIMA EMOCIÓN Yo he sido mis circunstancias, como le ocurre a cualquiera. El lugar de nacimiento, las características personales genéticas y aprendidas, la familia, la fortuna del entorno…. He jugado con ellas y ellas conmigo, como todo el mundo. Y he hecho algo más. Me he enfrentado a ellas; en muchos casos no he seguido sus indicaciones o los moldes que me proponían. He hecho cosas y tomado decisiones que iban en contra de mis circunstancias o me alejaban de ellas. Dedicarme a perder el tiempo ha sido quizá la más intensa de mis inadaptaciones. Unas veces perdiéndolo a ojos vista, otras perdiéndolo mientras lo ganaba en actividades que solo a mí interesaban en cada momento. Actividades improductivas, en el sentido económico, que he sentido como lo mejor que podía hacer y, en algunas ocasiones, como lo peor. Ocasiones en que sí que he perdido el tiempo, sin duda, cuando no he sabido salirme de él por