Una feria de arte, además de proporcionar la experiencia de estar rodeado por maravillas de todos tiempos y lugares, puede llegar a proporcionar experiencias casi ultraterrenas por la unión, precisamente, de tiempos, lugares, formas y demás conceptos humanos, titubeantes y plenos. Traigo hasta aquí parejas posibles de obras que representan algo o mucho más de lo que las desconocidas manos del artesano/artista entresacó de la piedra. Están emparejada s por mí debido a que las sentí llamarse unas a otras según una ordenada locura propia que parece no tener límites. De esa forma he visto al ídolo nigeriano acompañar, de forma misteriosa y transcurridos cinco siglos africanos, a la figura del siglo III de la china dinastía Han. Y he sentido cómo la feminidad y la espiritualidad bien terrenal unen a la venus contemporánea de la figura china con el ganesha contemporáneo del ídolo africano. Lo remoto se hace cercano en un juego que parece pender de los hilos de...