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Mostrando entradas de abril, 2017

LA NATURALEZA ES UNA METÁFORA

Las formas de la vida son infinitamente inapreciables Un color junto a otro color puede ser el inicio de un nuevo camino A veces, se puede bucear al aire libre La amenaza puede ser amable Hay escaleras que invitan a olvidar si se sube o se baja Existen sugerencias tan mínimas como intensas

MUSEO (segunda parte)

Tras los breves apuntes históricos de la primera parte de esta propuesta quisiera exponer una serie de características que, a mi juicio, debería posibilitar cualquier museo para alcanzar objetivos de relación con sus visitantes. Para ello me voy a apoyar en unas frases muy oportunas que escribió en 1929 el gran músico Arnold Schoenberg, quien durante toda su vida luchó por mantener la coherencia de sus ideas y su vida. Schoenberg pensaba que el ideal formativo de la juventud consistía en caminar "hacia el conocimiento" y que un buen proceso de formación consistiría en "la incitación e instrucción para ver, observar, comparar, definir, describir, ponderar, examinar, deducir y aplicar". Para el tema que nos ocupa creo que solo faltaría la función de “disfrutar”. Ver, observar y disfrutar son, a mi entender, las posibilidades básicas que debería ofrecer un museo y que debería realizar el sujeto que lo visita. En torno a esta interacción entre museo y sujeto

MUSEO (primera parte)

Sala del palacio-museo del Hermitage, San Petersburgo El Diccionario de Uso del español de María Moliner define la palabra museo como “lugar en que se guardan objetos artísticos o colecciones científicas, convenientemente colocados para que sean examinados”. Esta cita pretende dar pie a una reflexión subjetiva (¿alguna no lo es?) sobre algo que ha ocupado cierta parte de eso que parece ser mi tiempo y espacio: los museos. La definición precedente comienza con la palabra lugar, sin adjetivos, lo cual remite a la idea de que pueda ser de cualquier tamaño o condición, abierto o cerrado, público o privado, o con cualquier otra característica. Una afirmación que es corroborada por el hecho de que allí simplemente se guardan, sin saber durante cuánto tiempo, no se conservan o cuidan los objetos pertinentes señalados a continuación. Lo único que restringe el hecho generalizador de guardar es la necesidad de ser colocados de alguna forma que provea el fin de ser examinados. Aquí