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Mostrando entradas de 2016

MOVER(SE)

  Entre estas dos imágenes de la misma escultura solo existe la diferencia de que el fotógrafo (el que suscribe) se ha desplazado a su alrededor un octavo de circunferencia. No quiero entrar aquí en si la escultura gusta o no, pueda ser considerada arte o no y otras consideraciones posibles, sino que quiero poner el acento en la genialidad del artista (Jean Tinguely) al ofrecernos, en una pequeña obra realizada con escasos elementos, la plasmación de la apariencia y la variedad de lo que solemos llamar realidad; unas posibilidades que las fotografías, realizadas con un intervalo de unos pocos segundos entre sí, quieren mostrar. Quedarnos con una única versión de percepciones, sensaciones o pensamientos puede resultar empobrecedor; solo un pequeño esfuerzo, como el de desplazarse menos de un metro, puede enriquecer nuestras vidas, puede despertar la imaginación, aparentar que existe respuesta a una pregunta y provocar la llegada de nuevas preguntas que abren el transcurrir d

RECUERDOS INNECESARIAMENTE FELICES

Creo que es momento de repasar algunos de los pequeños y grandes momentos de felicidad que me ha proporcionado este año que termina: Conocer algo de Rusia, de sus extraños entresijos y de una vida tan peculiar desde mi punto de vista como su alfabeto. Una tierra grandiosa y unas gentes que parecen guardar secretos envueltos en una amabilidad fría que parece provenir de un sótano en el que se ven obligados a esconderse. Y también allí, en San Petersburgo, el lujo se desborda como si el río y los canales a los que se asoma, teme y utiliza, fueran los frágiles cimientos de una forma de vida a la que aspirar y que nunca se realiza salvo en los ritos cantados de las iglesias y en la supervivencia como identidad. Mucho más cerca de mi casa me he encontrado con un lugar que podría parecer el Tíbet y que solo es un fragmento de muro de un pequeño pueblo al pie de unas montañas. Los lugares y las luces pueden hacer que los recuerdos y los anhelos se plieguen como hojas de p

MAPA

El mapa de Suecia me habla. Efecto de haber preparado un viaje que me llevó hasta una parte de aquel territorio fracturado por el agua y la roca en el que la intervención humana, quizá por el respeto que la naturaleza impone en aquella latitud pétrea y húmeda, se convierte en amabilidad y adaptación. Cuando miro un mapa desde entonces, termino a la orilla de alguno de aquellos lagos grandes y pequeños, conectados con el mar o desvinculados de la sal y el contacto con otros mundos. El mapa me dice siempre orilla, bosque, casa, madera, severidad, piedra, historia, presente, y me propone hablar una lengua que parece comprensible aunque no sepa nada de ella, aunque su estructura antigua y actual me resulte tan oscura como los túneles en los que afloraba el cobre que da color a las casas suecas y desde allí se expande al mundo con su terrosa alegría. Ese misterio sueco del mapa me produce un suave estremecimiento placentero que no conocía y que parece informarme de que por mis ve

NO HAY COLOR. El tiempo aparenta existir

DETALLES DE FRONTERA (Portugal / España)

   

FRAGMENTOS, DISPERSIÓN, UNIDAD

La maravillosa inutilidad de las palabras que nos regalan los poetas está muy cerca de la bendita inutilidad del color que los artistas nos ofrecen. La música es capaz de recrear ese misterio del regalo y la inutilidad, de la palabra continuamente recordada con el fin de que el pensamiento vele, nunca duerma, a pesar del ejército de amables parásitos que domina el mundo. Solo la música, continuamente efímera, mostradora del tiempo, expresa, piensa y siente a la vez, en su continuo ofrecimiento, el misterio de esa misma e imposible trinidad a la que aspira la dualidad arte-vida. *** El espacio no existe en sí mismo. Es un atributo de sus límites. *** La verdad desnuda, si existiera, sería el epitafio de la vida en sociedad. *** Caminar en compañía de la soledad es el mayor misterio a que nos enfrentamos a diario. *** La alegría es un mar de dudas lleno de risas y rizado de certezas. No sé si es mejor ser barca o cetáceo, pero sé que es bueno in

SANCHOPANZAS

Partiendo de la gran pareja literaria que todos conocemos, y con el objetivo que más abajo se verá, creo que es buen momento para recordar algunas parejas literarias masculinas que han deleitado a públicos de toda condición durante siglos. Cómo no empezar con la pareja que forman Aquiles y Odiseo en las obras fundacionales de la literatura occidental: la fuerza y la inteligencia, la pasión y la supervivencia, la vocación de morir joven y la de perdurar. El héroe mayor por excelencia y el héroe menor que abre la puerta a la heroicidad de la vida de cualquiera. Tras la referencia a esa desigual pareja podemos continuar, un poco al azar, trayendo a colación a otra que se encuentra entre la desigualdad y la igualdad: Dante y Virgilio, unidos gracias al verbo del primero, saltando tiempo y espacio, para visitar las inevitables regiones inventadas hacia las que todos nos dirigimos sin remisión y con el fundamento del recuerdo. Y un nuevo salto de algunos siglos nos puede con