Sala del palacio-museo del Hermitage, San Petersburgo El Diccionario de Uso del español de María Moliner define la palabra museo como “lugar en que se guardan objetos artísticos o colecciones científicas, convenientemente colocados para que sean examinados”. Esta cita pretende dar pie a una reflexión subjetiva (¿alguna no lo es?) sobre algo que ha ocupado cierta parte de eso que parece ser mi tiempo y espacio: los museos. La definición precedente comienza con la palabra lugar, sin adjetivos, lo cual remite a la idea de que pueda ser de cualquier tamaño o condición, abierto o cerrado, público o privado, o con cualquier otra característica. Una afirmación que es corroborada por el hecho de que allí simplemente se guardan, sin saber durante cuánto tiempo, no se conservan o cuidan los objetos pertinentes señalados a continuación. Lo único que restringe el hecho generalizador de guardar es la necesidad de ser colocados de alguna forma que provea el fin de ser examinados. Aquí...