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Mostrando entradas de junio, 2015

CARTA SIMBÓLICA

Si (como afirma el griego en el Cratilo) el nombre es arquetipo de la cosa en las letras de 'rosa' está la rosa y todo el Nilo en la palabra 'Nilo'. De El Golem . J. L. Borges. Estimado Jorge: Me permito escribirle gracias al hecho de que ya no puede responderme con su afilado verbo, al que quizá yo temiera, y porque los gloriosos versos que encabezan esta carta me sirven de excusa y motor inmóvil para, en mi pequeña faceta creativa comparada con su magnífico laberinto de palabras, jugar con imágenes y símbolos, como si fuera uno de los excelsos protagonistas que usted utilizó o dio vida en sus narraciones: aquel discípulo de Paracelso tan ignorante como soberbio en su juventud finita, y que no supo o no quiso creer en la sabiduría del maestro, no fuera a arrebatarle esa fuerza que poseía y que Paracelso había trasmutado en conocimiento (me estoy refiriendo, como usted sabe, a La Rosa de Paracelso, de nuevo la rosa en el título y en la narración). Sus obs

VIAJE

En un fin de semana corriente, de esos que se producen entre dos semanas de trabajo comunes y normales, sin planes especiales, simplemente llenos con el horizonte del descanso y la ruptura de la rutina gracias a la rutina del reposo. En uno de esos sábados y domingos puede aparecer un viaje que lleve de la oscuridad y brillo de la palabra compartida a la brillantez y diafanidad de la naturaleza invernal. Un sábado me acerco a la presentación de unos libros mimados y dados a luz con el apasionamiento de la juventud y la novedad de unas vidas, las de sus autores, que se abren al campo de lo posible como si la vida no fuera vieja y como si la invención de la misma estuviera por producirse. Una pequeña editorial barcelonesa y la vida de la palabra y la imaginación capturada por las jóvenes manos de nuevos autores hacen posible ese pequeño milagro en un recóndito bar situado en un entresijo de calles de un Madrid que hace solo cien años era moderno, aunque hoy se sitúe en

EL DESCONOCIMIENTO COMO APRENDIZAJE

La educación es una de las bases principales sobre las que se asienta y construye una sociedad en funcionamiento, una sociedad en la que pueda participar cada individuo, en la que cada miembro de la misma pueda valer para que la sociedad funcione y la propia sociedad pueda ofrecer a cada individuo la mejor manera de crecer y decrecer mientras va camino de la muerte. Este planteamiento aparece perfectamente desarrollado hace dos mil quinientos años en varios diálogos de Platón, ese padre putativo del pensamiento que todavía influye en las formas invisibles que adopta aún hoy lo que contiene nuestro cerebro. Hoy andamos en el mundo dándole muchas vueltas a la educación, y con razón dada su importancia en la existencia de cada quien y de los complejos grupos organizativos en los que vivimos. Intentamos aquilatar al máximo el control de lo que niños y adolescentes reciben en la escuela y por parte de sus familias con el fin de que puedan acercarse a eso que se ha venido en llama

UN LUGAR, UNA GRAN EMOCIÓN

Pareciera que la vida, algunas veces, te arrebatara parte del ser, ese símbolo del existir; el ser de un deseo incumplido, el ser de un hecho imposible, el ser incluso de un recuerdo. Que te lo arrebatara solo con el fin aparente de hacerte un regalo. Hacía muchos años que no pisaba la casa de mi abuela, que hoy es de mi tía (un familiar cuyos concepto y práctica del amor me son extraños, inasequibles, incomprensibles y lejanos). Ella, la hermana de mi padre, ha vivido lejos durante años y ha vuelto a sus orígenes recientemente. ¿Quién puede saber por qué se puso en contacto conmigo y quiso que quedáramos precisamente allí, en ese lugar que forma parte de mi vida, en casa de la abuela? Nada circunstancial es importante ante el reencuentro con aquel lugar que la representa a ella, a mi abuela, desaparecida hace tantos años. Aun hoy me sigo preguntando cómo es que tú, abuela, tan adusta y seca, sigues simbolizando el cariño y todo lo que la infancia, mi infancia, supuso y s