La maravillosa inutilidad de las palabras que nos
regalan los poetas está muy cerca de la bendita inutilidad del color que los
artistas nos ofrecen. La música es capaz de recrear ese misterio del regalo y
la inutilidad, de la palabra continuamente recordada con el fin de que el
pensamiento vele, nunca duerma, a pesar del ejército de amables parásitos que
domina el mundo. Solo la música, continuamente efímera, mostradora del tiempo,
expresa, piensa y siente a la vez, en su continuo ofrecimiento, el misterio de
esa misma e imposible trinidad a la que aspira la dualidad arte-vida.
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El espacio no existe en sí mismo. Es un atributo de
sus límites.
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La verdad desnuda, si existiera, sería el epitafio de
la vida en sociedad.
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Caminar en compañía de la soledad es el mayor misterio
a que nos enfrentamos a diario.
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La alegría es un mar de dudas lleno de risas y rizado
de certezas. No sé si es mejor ser barca o cetáceo, pero sé que es bueno
intentar ser amigo del peligroso y atractivo mar.
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No queda nadie
del pasado.
Queda la llanura
regada y seca.
Ellos están vivos,
no saben revivir
el pasado.
El recuerdo lo desea,
al pasado,
aunque muerto.
No queda nadie
que ayude al recuerdo
a seguir vivo.
Ni el río,
ni su curva estremecida.
Algo queda,
memoria,
no queda nadie.
No todas las palabras poeticas son maravillosamente inutiles: Tu puedes levantar a un pueblo; llorar con las victimas; estremecerte de gozo.
ResponderEliminarNo todos los colores de los artistas son benditamente inutiles: Tu puedes serenarte en un petalo malva; sentirte transportado por el dorado de un icono hasta la perfeccion invisible; herirte las entranas el rojo violento de Bacon y echarte al mundo de las angustias mas viscosas.
Alguna musicas nos penetran y se quedan en nosotros para siempre, en silencio.
Ellos arrastran su vida con el peso de los recuerdos muertos.
Saludos
Igoa, qué maravilla. Tú haces poesía con tu comentario. Con tus palabras conviertes lo inútil en maravilla. Llenas de serenidad el silencio y haces que podamos transportarnos hacia una vida más bella.
EliminarGracias y saludos.
Caminar en compañia de la soledad,......, y el silencio, es otro. Un abrazo.
ResponderEliminarBlas, bien traes a colación el cambio en el silencio cuando caminas en la compañía de la soledad. Me parece que lo conoces muy bien.
ResponderEliminarGracias y saludos.
¿Has tirado la toalla con tu blog?.
ResponderEliminarHombre, amigo Blas, me alegra que me lo preguntes, y más tú que continúas con el tuyo contra viento y marea. He perdido intensidad porque parece que no llega a mucha gente pero quiero continuar. Vamos a ver hacia dónde.
EliminarGracias y saludos.