PRIMERA PARTE
En el viaje, cuando se
viaja por el Mediterráneo Oriental y se encuentran restos de antiguas
civilizaciones, pueden ocurrir muchas cosas si se va con el ánimo abierto y la
curiosidad despierta. Una de ellas, en el caso de mi viaje del verano pasado, fue
cruzarse con miradas que, desde la piedra, el color, la madera o cualquier otro
material, se clavan amablemente en uno provocando que se remuevan las fibras
interiores y exteriores, como si el viajero tuviera alma y pudiera ser
convocada por antiguos muertos que fueron vivos, por idealizaciones divinas que
nos hicieron más humanos, por santos adorados por su humanidad y su apariencia
divina encarnada, por reyes inventados o existentes, por humanos muy humanos e
incluso por la propia muerte.
Esa experiencia
artística y humana no tiene nada que ver con la común visita a un museo o a un
antiguo lugar arqueológico. Es un tipo de experiencia múltiple que procede de
la forma y da forma al mundo. El viajero quisiera que su propia forma también
fuera modificada por las que ha contemplado y de las que se sintió formar parte
porque ellas así se lo ofrecieron. Un ofrecimiento que desea compartir con los
demás, vivirlo con ellos, ofrecérselo a su vez con las imágenes que allí tomó y
que aquí comparte.
SEGUNDA PARTE
Y ahora quisiera
el viajero, yo mismo, concretar en un solo rostro, el del Auriga de Delfos,
toda la experiencia y creatividad de lo posible.
La escultura fue
fundida hacia el año 470 antes de nuestra era, en un momento en que el estilo
arcaico, que pugnaba por superar las representaciones egipcias y persas de la
figura humana convirtiéndolas en símbolo del individualismo y la transformación
de las pasadas edades míticas y heroicas en un nuevo tiempo y una nueva visión
del mundo, está dando paso al estilo clásico; en un momento en que empieza a
conformarse el culmen de la democracia ateniense; en el momento aproximado en
que nace Sócrates, aquel que va a ejercer su particular labor de dar a luz el
raciocinio como forma de relacionarse los individuos y las sociedades.
Solo nos quedan tres
esculturas en bronce de ese momento álgido y extremo, como lo son todos los
momentos de cambio, y eso añade a la obra aún más valor.
Pero nada de lo que
aquí comento, y que de alguna manera está incorporado a la forma de esa figura
única ante la que merecería la pena quedarse horas en contemplación y
reflexión, nada de todo ello es importante, aunque sí relevante, frente a lo
que esa cabeza, desligada de todas sus connotaciones, porta en sí: la
expresividad atemperada de un momento eterno.
Es muy difícil, o
demasiado largo, contestar a la pregunta de qué pueda ser el arte. La figura
broncínea del joven sereno lleno de la posibilidad más plena de la vida
contiene la respuesta sin palabras. El arte es sin duda la figura del propio
auriga, pero quizá también sea lo que él nos ofrece ver con su mirada perdida
en un exterior que es pasado, presente y futuro, y que se corresponde en
plenitud con su propio interior.
Me encanta como relatas tus viajes, como nos metes en la historia, cultura, gastronomía de los maravillosos lugares que visitas. Un beso
ResponderEliminarAgueda, y a mi me encanta poder compartirlo con amigos como tú.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Un interesante punto de vista. Gracias por compartirlo. Un abrazo.
ResponderEliminarMercedes, me alegra mucho que te haya resultado interesante.
ResponderEliminarGracias a ti por venir hasta aquí y saludos.
Una interesantísima experiencia contada como tu lo sabes hacer tan bien.
ResponderEliminarCada rostro nos cuenta su historia y merece ser escuchado con entusiasmo.
" El arte no es una cosa sino un camino"
ElbertHubbard
"La belleza artística no consiste en representar una cosa bella, sino en la bella representación de una cosa"
Kant
Un saludo con entusiasmo Alfonso.
Aurora, me alegra mucho que te hayas acercado de esta forma a mi propuesta. Y aportas unas citas definitivas y extraordinarias que abren maravillosas puertas de reflexión y sensación.
ResponderEliminarSigamos disfrutando del camino del arte.
Gracias y saludos.
Arte, hermano, arte. Creatividad, compañero, creatividad. Y muchas más cosas, que nos deja embobados a los que no sabemos hacer arte ni tenemos creatividad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pero, Blas, hermano, ¿qué me dices? Tú tienes el arte de viajar a tu aire y la creatividad de la insatisfacción permanente.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Arte es cualquier forma de representación dada por un estado mental, vital, etc. Tú has dado rienda suelta a una forma de arte basado en construir desde lo ya modulado por otros hace miles de años y el resultado es fantástico,
ResponderEliminarSaludos
Inma, te agradezco mucho tu apreciación.
ResponderEliminarSaludos.