Tras los breves apuntes históricos de la primera parte de esta propuesta quisiera exponer una serie de características que, a mi juicio, debería posibilitar cualquier museo para alcanzar objetivos de relación con sus visitantes. Para ello me voy a apoyar en unas frases muy oportunas que escribió en 1929 el gran músico Arnold Schoenberg, quien durante toda su vida luchó por mantener la coherencia de sus ideas y su vida. Schoenberg pensaba que el ideal formativo de la juventud consistía en caminar "hacia el conocimiento" y que un buen proceso de formación consistiría en "la incitación e instrucción para ver, observar, comparar, definir, describir, ponderar, examinar, deducir y aplicar". Para el tema que nos ocupa creo que solo faltaría la función de “disfrutar”. Ver, observar y disfrutar son, a mi entender, las posibilidades básicas que debería ofrecer un museo y que debería realizar el sujeto que lo visita. En torno a esta interacción entre museo y sujeto...