Ir al contenido principal

TIEMPO



El día que soñé que soñaba que el amor era el agua desplazada por el salto de la ballena en el mar de mi esperanza. Ese día empecé a distinguir con claridad, inventando un sueño que se podía vivir, aquello que me dijiste, aquella revelación que, tras tu primer beso, todavía hoy me estremece y amenaza.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

EL OCASO, LA AURORA

  Por muy hermoso que pueda ser un atardecer en Praga, en el Río de la Plata o en el Sahara, el amanecer nos espera como una puerta abierta a cualquier posibilidad que podamos inventar, sirviéndole de alternativa. Su belleza se encuentra en su potencialidad luminosa y en el ofrecimiento que nos hace de seguir caminando, incluso aunque solo sea en círculo. Y nuestro deseo de luz no se produce para que quede iluminado algo que pertenece al pasado, como en la imagen hoy irrepetible, que ha sido aniquilado cumpliendo el afán destructivo que caracteriza hoy las sociedades humanas y que pretende sustituir el afán de renovación que caracteriza nuestros mejores momentos.  ¿Cómo diferenciar la aurora del ocaso? Solo podemos hacerlo gracias a nuestra disposición a vivir o a descansar, a olvidar, a recordar y a renovar la vida en su constante cambio y en su permanencia inestable, la que proporciona esos momentos de felicidad que dan sentido al recorrido circular

COMUNICARSE

Desde que comenzó el año he dedicado parte de mi tiempo a compartir con quien le interese una de mis pasiones, la fotografía, gracias a la existencia de comunidades en la red que permiten hacerlo con personas de cualquier parte del mundo. Está siendo una gran experiencia por lo que supone contemplar lo que produce esa misma pasión en otras personas y lo que sugiere en ellas el producto de la mía. Resultado de esa agradable experiencia es que uno, sin pretenderlo, llega a conocer lo que más gusta a otros de lo que produce. Una curiosa experiencia esta de la comunicación que pone en valor unas fotografías sobre otras y enseña lo que uno es capaz de comunicar aunque no lo pretenda. Dejo aquí algunas de las fotografías que más han gustado y que han hecho que yo aprenda y sepa algo más de lo que somos, queremos, apreciamos y disfrutamos quienes nos decidimos a comunicarnos, en este caso a través de la imagen: Cómo me alegró que esta fotografía, tomada a más de 4300 metros de

EL MAR EN FEMENINO

El mar acepta todo y escupe muchas cosas. En la línea de costa, sobre todo en las playas, se produce el indefinido intercambio entre mar y tierra, entre mundos vitales paralelos que se interpenetran de una forma amable y que parece incluso ordenada. Entre mar y tierra en el Atlántico marroquí pasea la hermosa mujer que se ha separado por un momento de su pareja, como si fuera libre, y parece absorber, cubierta su natural belleza con multitud de telas, el paso del brillo del sol en las aguas atlánticas al brillo del astro en el cielo. En su mirada y en sus delicados andares parece posarse el difuso horizonte marino. Su delicadeza se convierte en pregunta para el fotógrafo viajero. La pregunta habla de su felicidad en libertad y de si es posible ser feliz sin ser libre. Al fotógrafo le gustaría saber si el aparente amor que muestra discretamente hacia el hombre que va con ella no estará demasiado condicionado por lo que simbolizan las telas que la cubren y no permiten aprecia