Una bella historia es una rosa robada del jardín de la muerte. Vivir es recibir esa rosa de palabras de alguien amado. Gustavo Martín Garzo La alegría no es una sensación que vaya asociada con facilidad a la literatura, cosa que sí ocurre con el humor. El humor, como el drama, es vehículo de expresión y puerta de la cercanía con el lector además de vehículo para mantener la necesaria distancia, la justa, con los hechos y personajes que se narran; humor y dramatismo conceden un espacio al lector en el que habitar mientras lee. Pero la alegría es sensación vital que parece alejada de la palabra, de su puro nombrar, describir y narrar. A pesar de ello hay obras, pocas, que dejan un poso de alegría en quien penetra en ellas. Y así son, o así terminan siendo, después de degustarlas, las obras de Gustavo Martín Garzo. La alegría de sus obras me lleva acompañando muchos años. Esa alegría nada tiene que ver con el humor ni con el drama ni con la nadería de lo vacuo, no, es...