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EL LIBRO DE LAS EMOCIONES (73)



 

 SEPTUAGÉSIMO SEGUNDA EMOCIÓN


Llegó el futuro y con él lo mejor y lo peor que se podía esperar.
 
 
Una caída de lo humano hasta extremos que no podemos concebir en su funcionalidad futura ni en su inminencia presente.
 
 
Un desarrollo, por tanto, de lo terrestre sin la violencia que ejercía lo humano sobre el planeta, aunque el testigo humano exista y asista a lo que hoy es auténtica libertad sin su participación.
 
 
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NADA SE ADQUIERE
 
 
Ni
 
 
Los lóbulos de las orejas
 
 
La visión participativa
 
 
El hueco entre los dedos
 
 
La llamada que no se oye
 
 
La trascendencia inmanente
 
 
La gota que no termina de caer
 
 
Descolocar
 
 
Los verdes que nunca acaban de definirse cuando están juntos
 
 
Las acciones de las aves
 
 
El trinar de los ríos
 
 
La pasión
 
 
Oír atentamente
 
 
La levedad
 
 
El atrevimiento
 
 
La jocosidad de las estrellas cuando se las mira
 
 
Hacer el vacío
 
 
Nacer al amor
 
 
El tronar de las astillas
 
 
La inmensidad
 
 
La herencia que se padece
 
 
El sueño como realidad
 
 
El juego con la tierra
 
 
Sufrir la destrucción
 
 
Mirar hacia arriba
 
 
El placer sin adjetivos
 
 
La caída
 
 
El alzamiento
 
 
La negación que afirma
 
 
La firmeza inestable
 
 
Lo duro
 
 
Lo blando
 
 
La piedra
 
 
El aire
 
 
El agua
 
 
El fuego
 
 
Ni
 
 
El crecimiento hacia la muerte

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