Una figura de pocos centímetros de altura, una figura surgida de la piedra gracias a unas manos que no sabían ni podían escribir, una figura esculpida hace más de 6000 años que puede provocar en quien la contempla la emoción de ver, de sentir, antes de que fuéramos Historia, el inicio del pensamiento, de la organización social, del arte, de los valores y normas simbólicas que algún día se transformarían en leyes.
No sabemos si en ella hay algo muy nuestro o algo que abandonamos en épocas indescifrables y que somos incapaces de recuperar.
Parece viva.
Extraordianarias formas aunque no me parece viva, a no ser para los ojos de un poeta como tú.
ResponderEliminarTú ya has demostrado algunas veces, amigo Blas, que hay un poeta asomando por los entresijos de tu insatisfacción. Muchas gracias y un abrazo.
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