Levanté una esquina de la parda alfombra del deseo y encontré bajo ella el color, era como un polvillo exquisito que quise tocar. De inmediato, la alfombra me envolvió y comenzó el sueño. *** La tiránica alegría del poder modela miseria. Es la falacia de la no intervención. *** Cuando se reflexiona, el músculo se carga de vida y la vista percibe nuevos e inútiles colores. *** Sin habla no habría nadie, sin sueño todos serían muertos. *** Si el mundo fuera una cesta la compañía de los otros serían los agujeros que dejan entre sí el entretejerse de las fibras que la componen. *** De rodillas pensaba que el mundo era una fiesta. *** Visto lo evidente mejor apagar la luz.
















Una gozada enorme este recorrido visual y emotivo por tantos lazos entre lo uno y lo otro. Aunque lo mejor sea lo poco que le afecta a ninguno el paso del tiempo. Por lo menos a la mayoría. Es como decir; ahí queda eso y dispones de una vida para encontrarlo. Un placer.
ResponderEliminarSí, amigo Carlos, me encanta lo que dices, sin tiempo y toda la vida para encontrarlo. Muchas gracias.
EliminarTu belleza me acompano en la noche mas larga. Gracias.
ResponderEliminarY MI AMIGO EL ARBOL?
Por ahí anda, en todas partes, y asomando en algunos de estos recuerdos. Muchas gracias, amiga Igoa.
EliminarBellas instantáneas, amigo. Más parecieran visiones (de un raro 'especimen') que fotografías reales. Pero ......................................, allá tú.
ResponderEliminarAbrazos......
Parece que, a veces, amigo Blas, yo sea un raro especimen, qué le vamos a hacer. Muchas gracias.
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