En pocos meses me ha visitado la muerte de
cerca. No, nadie muy cercano a mí ha desaparecido en las honduras del vacío,
aunque sí lo han hecho dos personas que eran las parejas de dos mujeres con
quienes, en otro tiempo, mantuve un contacto muy estrecho y probé su cercanía
dulce y firme.
La muerte les ha arrebatado a ellas la deseada
continuidad de sus vidas, y en ambos casos lo ha hecho por sorpresa, cuando aún
en sus casas permanecían los retazos de la vida común y de la vida de sus
compañeros en plena continuidad y cotidianidad.
Ellas, mujeres extraordinarias y parejas que
desearon serlo con toda la exigencia de la construcción de una vida juntos, han
empezado a enfrentarse a una novedad que nunca hubieran soñado que se
produciría tan pronto, a pesar de décadas de convivencia, ni que sucedería de
esa forma sorprendente, sin anuncio de ninguna clase, sin deseo ni opción
posible.
La vida sigue con su indisoluble componente de
muerte, y como buen símbolo de ello esas mujeres, aún desde su sufrimiento, son
capaces de seguir viviendo y construyendo, como si la vida que ellas saben y
pueden dar le negara todo el poder a la muerte, ese poder tan necesario para la
vida, tan terrible, tan asumible, tan sorprendente y tan extraordinario como la
fuerza y la vitalidad triste que ellas emanan.
Se hace necesario
aceptar la muerte con sencillez partiendo de que la vida, si no está obligada
por la supervivencia, es un entretenimiento que puede adoptar múltiples formas.
La Muerte, "la Pelona", que dicen los mexicanos, es como la muerte anunciada de GGM, todos lo sabemos pero muchos queremos ignorarlo, algunos la aceptan con amargura, otros se rebelan con violencia y, muy pocos la viven como paso obligado a otras existencias desconocidas.
ResponderEliminarYo me rebelo ante la "injusticia suprema" de la presencia del dolor en la descomposicion de este envoltorio material nuestro.
Me preparo para no aceptarlo pasivamente.
Gracias amigo por tus reflexiones.
Gracias a ti, amiga Igoa, por la reflexión y por ese enfrentarte a la muerte con rebeldía, como te enfrentas a la vida.
EliminarInteresante reflexión sobre este tema que produce escalofríos. Destaco tu frase: "La vida sigue con su indisoluble componente de muerte".
ResponderEliminarUn abrazo, sin pensar en la guillotina-muerte.