Camino del desierto marroquí, desde Marrakech, uno espera encontrar cómo el paisaje se va volviendo más seco, más inhabitable, menos verde, más duro. Pero viajar consiste en asumir sorpresas constantes y, una vez más, ese camino no es lo que uno espera aunque sí algo que quizá hubiera deseado. La tremenda presencia de los cercanos montes del Atlas alimentan caudalosos ríos que dan vida a múltiples valles y poblaciones llenos de bullicio y actividad humana que, desde hace milenios, han convertido aquella región en un lugar que transforma la dureza en vida. El camino hacia lo que uno pensaba que sería la nada es un todo atractivo, único, pleno e inolvidable.
Gracias por estas delicias turcas, Trasin....
ResponderEliminarTe dejo un abrazo anínimo.
Soy Teo.
Gracias a ti, Teo, por acercarte hasta aquí y por ese brazo de amigo. Espero que hayas disfrutado.
ResponderEliminarGracias de nuevo y saludos.
Hola, Trans.
ResponderEliminarHe leído,en Google+, en mayúsculas, los títulos de cada una de las fotos, pensaba que te habías marcado una poesía libre, al ver el post aquí, en el blog, me ha sorprendido aún más.
Fántastico.
Gracias.
Saludos
Inma, me encanta que te haya resultado poético y que la sorpresa te inunde, como ocurre en Estambul.
ResponderEliminarGracias y saludos.
toda tu imaginación poética puesta en marcha iluminando esas delicias de fotografías, hasta la última a la que no le das nombre.
ResponderEliminarUn saludo Alfonso
¡Hola!
ResponderEliminarTanto este post como el anterior "Sinuosidades" tienen unas fotos magníficas que invitan a viajar y a disfrutar. Me gustan los dos posts por el contraste. Este con fotos monumentales, quizá en lo que más acaban fijándose los turistas. "Sinuosidades" con la vida cotidiana de la gente; la pescadería, la panadería, el barrio. A mí esto último es lo que más me gusta cuando viajo.
Enhorabuena por las fotos.
Muchas gracias por compartirlas.
Aurora, una ciudad tan maravillosa como Estambul activa la imaginación y todas las posibilidades humanas.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Celeste, celebro sinceramente que lo hayas disfrutado. Verdaderamente Estambul es una mezcla impresionante de vida cotidiana, monumentalidad, naturaleza marina y posibilidades humanas que la convierten en mucho más que atractiva.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Estimado Tras...viajero incansable...muchas gracias por estas delicias turcas que nos regalas en forma de magníficas fotografías. Un besito y dulce fin de semana
ResponderEliminarPues yo la nombraria "piramide se los suenos". Jajaja! Es que yo no paraba de probar tanta delicia...
ResponderEliminarTus fotos. Que decir? Solo agradecerte tanta belleza, que nos ilumina, que nos devuelve la esperanza.
Un abrazo
Agueda, hay tanta delicia de todo tipo en Estambul que es casi inabarcable. Y es un lugar fotogénico donde los haya.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Igoa, me ha gustado mucho ese título para la fotografía: "pirámide de los sueños". Estambul nos permite soñar sin dejar de tener los pies en la tierra o en el agua.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Un reportaje realmente delicioso. Gracias. Un abrazo. Mercedes.
ResponderEliminarPara iniciar mi recorrido 'blogger' (tambaleante), pones un 'post' sencillo de 'delicias turcas' pero de muy grandes imágenes, si, señor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mercedes, es una delicia tu visita.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Hombre, Blas, bienvenido. Me ha gustado que haya coincidido tu vuelta "blogger" con tanta delicia que, como bien sabes, se encuentra en aquella ciudad inabarcable.
ResponderEliminarGracias y saludos.