El
otro día me encontré llorando ante las noticias que llegaban desde París, ante
la barbarie indiscriminada y ante las reacciones de fuerza y miedo de los
ciudadanos por excelencia que son los habitantes de la extraordinaria capital
de Francia.
La
tristeza es una reacción normal ante la violencia ejercida contra mis vecinos,
en sus lugares de encuentro y en unas calles a las que amo tanto por vivencias
personales como por ser calles emblemáticas de la convivencia ciudadana.
Pero
lo más normal puede que no sea lo más deseable. No me he encontrado llorando
ante los continuos atentados con un volumen de muertos ya incontable en países
como Irak, Siria o Líbano, países que parecen ajenos a nosotros pero de cuya
historia también somos herederos, aunque lo olvidemos más fácilmente que la
herencia de la ciudadanía creada y recreada en Francia y puesta en práctica
durante siglos en las hoy azotadas calles de París.
¿Seguiré
(seguiremos) sin tener la auténtica e íntima conciencia y el sentimiento de que
están sufriendo y muriendo personas, vecinos, ciudadanos, iguales, en territorios
que parecen lejanos pero cuya cercanía nos debería afectar mucho más
intensamente de lo que los gobernantes y los medios de comunicación quieren
hacernos ver?
Creo
que ha llegado el momento, que llegó ya hace tiempo, de reconocer una
ciudadanía mundial, una ciudadanía equivalente en derechos y responsabilidad a
la que reclamaron y desarrollaron nuestros hoy tristes vecinos franceses hace
más de dos siglos. Una ciudadanía que se apoye en la libertad, que busque y
reclame la igualdad aunque sea incapaz de alcanzar la fraternidad, que se sitúe
en el camino de la justicia y que apele a la solidaridad aunque solo sea porque
se convierte en necesaria para que nuestra convivencia no termine por ser
insoportable e incluso terriblemente violenta.
Si,Alfonso, no vemos a paises tan cercanos como irak, Siria, y Libano, en donde se esta sembrando el terror y envueltos por el miedo
ResponderEliminarSon cubiertos por una neblina oscura. Los medios de comunicacion son sordo a ello, vivimos en una sociefædad hipocrita.
Me uno a tu llanto por nuestros compañeros franceses.
Un saludo
El último párrafo es la clave....
ResponderEliminarSaludos
Sí, Aurora, me gusta que compartas esta reflexión, que veas esa neblina oscura que nos quiere ocultar la real realidad.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Mark, me alegra mucho que compartas esas palabras que creo hablan de una necesidad más que de una posibilidad.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Parece que hay quienes están interesados en hacernos ver que unos asesinados valen más que otros. Muertos por todas partes. Y los que huyen sin refugio, que huyen de esas guerra, ahora, tras lo de París ¿los entendemos? Huyen de algo como lo de Paris pero multiplicado por mucho el horror.
ResponderEliminarGracias por compartir esa reflexión.
Saludos cordiales.
Así es, Celeste, tal y como lo planteas. Los medios de comunicación y los gobiernos dan una versión de la realidad que poco tiene que ver con ella y sí mucho con lo que se quiere ocultar.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Y dicen que esto sera solo el principio...
ResponderEliminarClaro que todas esas matanzas en nombre de religion, democracia e intereses economicos, por lejanas y extra expuestas por los medios de comunicacion, no nos conmueven ya.
Llevan anos bombardeando esos paises los "hacedores"del mundo para reorganizarlos a su servicio, entonces ya hemos perdido la cuenta de los enemigos, y nos quedamos pasmados ante los acuerdos con el "mal"que no pueden derrotar.
Esta ola de escapados sirios es la perfecta oportunidad para introducirse en los paises de occidente. ISIS no la desperdiciara.
De todas la maneras, Francia dio a luz el Nuevo Regimen con la sangre del pueblo y sus reyes anclados en el totalitarism ilustrado.
Ayer el Presidente Modi dijo algo profetico: Se acabara el terrorismo cuando se corten los fondos y se sancionen los paises que directa o indirectamente ayudan a los "terroristas".
Habria que precisar que, una vez localizado el origen del armamento..., habria que imponer medias/sanciones radicales a gobiernos y traficantes/industriales de armas, que todo el mundo conoce.
Es un interes prioritario???????????? NO.
Saludos, sin lagrimas, solo con rabia.
Estimado Alfonso: el Islam no es matar a sangre fría.
ResponderEliminarSus fieles creen en Alá…y, creo, que tienen 5 pilares básicos de su fe…la aceptación de que sólo existe un solo dios, la oración, el azaque (ayuda a los necesitados), el ayuno en el mes del ramadán y la peregrinación a la Meca…¿dónde dice que hay que asesinar a otras personas por tener distinta religión? Pienso que el auténtico islam es muy distinto a la ideología de estos asesinos terroristas.
Igoa, tu rabia, tan bien expuesta, es buen reflejo de la impotencia ante la violencia de todo tipo que asola en parte el mundo. La violencia que solo ha ido cambiando de cara desde la Prehistoria hasta ahora y que ha permanecido, gracias a nosotros, dando forma a nuestra manera de vivir y morir, pocas veces elegida y muchas veces obligada. Espero que podamos seguir adelante TODOS a pesar de la apabullante marea de la violencia.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Claro, Agueda, que el Islam no es violento. La radicalización violenta se puede esconder tras cualquier ideología, como se ha demostrado a lo largo de la Historia.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Periodísticamente (y por ende socialmente, creo) es muy importante la cercanía y la inmediatez. ¿Es justo?. Creo que no, pero sin duda alguna la noticia es más noticia cuando ocurre cerca de nosotros. En este caso, que nos traes aquí, creo que queda demostrado. La noticia y la sociedad son/somos hipócritas. Y quiero que me entiendas!! (lo digo porque suelo pecar de concreción [que a veces es contraproducente] y puedo ser malinterpretado).
ResponderEliminarLa globalización ha afectado a muchas cosas pero, me temo que a esto, no. Y es una pena.
Un abrazo.
Sí, sí, Blas, te entiendo muy bien y me alegra que tu concreción esta vez se haya extendido un poco.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Grato sería vivir en convivencia plena, Alfonso, en esa ciudadanía universal por la que abogas y hoy reclamas. Lo de Francia, cuando ahora escribo, pasó hace ya dos años creo. Pero mientras tanto, el terror se ha extendido, ha ido creciendo y sigue amenazando. Ojalá esa libertad, esa fraternidad, esa igualdad, pudieran darse; de momento son pura utopía y un deseo ferviente de muchos de nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo.