No
tengo que dar explicaciones y, junto a ello, me gusta explicar las cosas, los
sucesos, las acciones, los pensamientos, las sensaciones. Además me gusta
imaginar. Supongo que por todo ello me dedico a escribir.
Y en
esto de la escritura estoy cuando me pongo ahora a explicar qué relación tienen
mi avatar, supuestamente inventado, y mi nombre, supuestamente auténtico.
En
esta plataforma que nos une no se nos obliga a contrastar los datos que
proporcionamos públicamente con ningún dato oficial referido a nuestra persona.
Desde el momento en que eso ocurre es igual que yo, como cualquiera, me
denomine Trashumante Independiente o Alfonso Blanco Martín, a efectos de la real
realidad. Tanto una apariencia como otra pueden ser perfectamente inventadas o
supuestamente reales.
En
cambio, lo que sí es real para el lector atento es el contenido de lo que aquí
se publica, se copia o se difunde.
En
mi caso todo lo que publico, tanto imágenes como textos como comentarios, son
de mi autoría, sin pretender por ello que tengan ningún valor especial, pero
aspirando con ello a encontrarme con personas cuyos nombres o avatares no sean
el principal centro de atención, sino que también deseen expresarse, imaginar,
compartir y, sobre todo, comunicarse.
Esa
aspiración gratuita se cumple sin demasiado éxito puesto que la mayor parte de
los que se enganchan a las redes sociales solo son aficionados a repetir lo que
periódicos, páginas web, plataformas de video y otras entidades colectivas y
personales proporcionan aunque hay una serie de casos, cuyo número es inmedible
para mis posibilidades, en que se cumple en plenitud; una circunstancia que se
convierte desde mi punto de vista en lo único que proporciona valor al asomarse
aquí.
Mi
timidez congénita se ve transformada en palabra e imagen. Mi rebeldía
inelegible se ve representada en mi avatar. Mi realidad social se ve
simbolizada en mi nombre y apellidos. Mi capacidad de imaginar y comunicarme se
ve representada en Los Dioses en París (Ediciones Oblicuas).
Amigos,
bienvenidos todos los que aquí ofrecéis algo de vosotros mismos, de lo que
habéis recibido, o de lo que habéis elegido. Bienvenidos los que deseáis la
comunicación del tipo que sea, independientemente de que vuestra foto, avatar o
apelativo se acerque supuestamente a vuestra individualidad o represente una
imaginación tan de agradecer en el mundo de la tecnología mimética.
Gracias
y saludos para todos.
A mí me fascina bucear por la blogosfera y más aún descubrir blogs que llenan de sensaciones las letras. No me importa si bajo un alias o nombre , no me importa si bajo su cara o el esbozo de un sueño...me importa esa esencia que te traslada al momento en el que decidiste seguir creyendo.
ResponderEliminarEstar aquí es creer.
Mi abrazo y ✴ gracias por tu luz ✴
Sí, Athenea, buscar la esencia, como tú haces, con toda sencillez.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Siempre contigo: tus andares, sensaciones, tu imaginacion...
ResponderEliminarUn saludo Alfonso.
Aurora, me da mucho gusto tenerte cerca y que caminemos de alguna manera juntos.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Leído en 'feisbuk'.
ResponderEliminarBlas, de "feisbuc" a "gugel" y viceversa.
ResponderEliminarGracias y saludos.