Tener
un amigo literario al que no se conoce personalmente es una experiencia que
aviva las posibilidades que los humanos tenemos de ser una especie alternativa
cuyas relaciones entre los individuos se multiplican hasta extremos que parecen
imposibles. Desde hace treinta años mantengo esa relación con John Berger, o
con su obra si se quiere ser más preciso.
La
relación con los autores cuya obra nos resulta cercana, y de la que nos
atrevemos a decir que su valor supera el propio gusto personal para convertirse
en obras casi necesarias para la sensibilidad de cualquiera que se acerque a
ellas, tiene unas características que varían según la personalidad artística
del autor, la del lector y los ofrecimientos que aparecen en sus obras.
En
algunos pocos casos, y este es uno de ellos, se produce una amistad literaria
difícil de definir y muy fácil de vivir. El lector, yo mismo, pone algo de su
parte para que eso ocurra, pero cree que el auténtico protagonista de la
amistad, ese que pone más en la relación, es John Berger y sus múltiples obras
siempre en busca de la comunicación, sin olvidar nunca la poesía, la de estar
vivos y querer convivir, la de celebrar la belleza en un sentido tan amplio e
incluyente que genera una nueva poética que, a su vez, parece generar una
profunda e íntima relación entre autor, lector y mundo.
Amigo
John, quiero recordarte ahora que me has dejado de una forma incongruente
puesto que la cercanía de tu obra continuará nuestra amistad, y quiero celebrar
ahora y siempre el tener la fortuna de contarte entre mis amigos gracias a tu
generosa forma de ofrecer tu personal visión del mundo.
Las letras son una amistad sin receta ni fecha de caducidad.
ResponderEliminarEntre lineas rebosa la esencia de la verdadera sensibilidad, esa cercana al alma del paladar.
Mi abrazo de luz
Las estrellas ganan ...luz e intensidad
Muchas gracias, amiga Athenea, por tus palabras de amistad llenas de sensibilidad.
ResponderEliminarGracias de nuevo y saludos.
El recuerdo es bellisimo, como la imagen de infininad en azul.
ResponderEliminarY tu cercanía, amigo Carlos, también lo es.
EliminarGracias y saludos.