Uno ha disfrutado y estudiado
en imágenes las obras de la Antigua Grecia antes de verlas en directo, y esa es
una experiencia que le reserva algunas sorpresas, entre ellas aparece la
representación de sensaciones que no esperaba, unas más comprensibles que
otras, y una de las más comprensibles e inesperadas es la representación de la melancolía
en una faceta serena que sorprende y atrae mucho al contemplador que intenta
vivir aquellas obras como si fueran algo suyo.
Clasicismo, democracia,
filosofía, convivencia, origen, ciencia, historia… son algunas de las palabras
que con toda naturalidad se aparecen en la mente de quien recrea la Grecia
Antigua, pero melancolía… No, no es lo que uno espera aplicar a aquella cultura
desaparecida aunque muy viva hoy en los entresijos de los orígenes de nuestro
estar en el mundo. Pero, claro, cuando se califica una civilización
desaparecida se olvida fácilmente que, en ella, como en todas las
civilizaciones y culturas, como en cualquier tiempo y lugar, se encuentran
todas las habilidades, inclinaciones, sensaciones, destrezas y los errores que
poseemos los humanos. Entre todas nuestras capacidades la melancolía parece no
ser una de ellas, sino más bien un fallo, una limitación. Las melancólicas
obras que en torno al paso del tiempo y la muerte nos han dejado los antiguos
griegos parecen más apuntar hacia que la melancolía es un refinamiento de
nuestra sensibilidad que nos abre un mundo posible e inasible que completa la
complicada existencia de quienes, inevitablemente, tenemos la vocación de
convivir con otros humanos.
Ya sabes, yo siempre del lado de la pasión.
ResponderEliminarSaludos.
Euro..., coincidimos en la pasión. Algo de ella se destila en la melancolía.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Buenos días Trashumante:
ResponderEliminarMe parece que plasmaron en estas esculturas su serena comprensión del cíclico final. Nada bueno dura para siempre, y el hombre de frágil cordura retorna una y mil veces a su oscuridad, de la cual, de tanto en tanto emerge para mostrar la genialidad que es capaz de alcanzar pero no perennizar.
Hoy, la melancolía no sería inmortalizada con tan desconcertante exquisitez sino más bien, más emparentada con un cuadro depresivo.
Un abrazo.
Pensador, creo que tu reflexión es muy acertada. Y tenderemos que aceptar que el hoy es como describes pero que, seguramente, continúa existiendo en algún lugar una genialidad que se puede alcanzar aunque no perennizar.
ResponderEliminarGracias y saludos.
La melancolía es una emoción que se despierta cuando algo bello se pierde, o se deja de ver. Tienes documento gráfico para que no te invada tal estado de ánimo.
ResponderEliminarSaludos y gracias por compartir.
Estimado Tras que no te invada la tristeza, pues tienes un magnifico archivo fotográfico para ver...y nosotros disfrutar. Un besito
ResponderEliminarInma, puede haber melancolía por muchas causas, pero lo importante es asumir la melancolía como una de nuestras posibles sensaciones, una más, como se ve que hicieron los antiguos griegos.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Agueda, no me invade la tristeza, intento asumirla como una más de nuestras sensaciones, y siempre intentando disfrutar del momento.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Bueno, aqui vuelvo a intentar un pequeno comentario, no sea que me pase como hace dos dias: desaparicion!
ResponderEliminarTe decia que ATHENEA me parece mas meditabunda, pensativa, que melancolica.Quizas recapacita sobre los azares de las guerras...
Ese joven ciego ...lo veo concentrado en su mundo o escuchando palabras amorosas.
La mujer sentada nos desfia con su serena belleza.
El joven de la diadema parece un poco perdido con su secreto. Y el ultimo efebo suena con sus tiempos en la Academia.
Bellas! Gracias.
Esta noche daran un gran reportaje sobre Grecia en la TV5 francesa, me acordare de ti.
Un abrazo
Creo que la melancolía es un estado (¿sentimiento?) sobrevenido. ¿Podría ser un paso más allá de la tristeza?, ¿o anterior a ella?.
ResponderEliminarEn todo caso, buenas imágenes (sobre todo porque se que te apasionan).
Abrazosssss.
Igoa, espero que hayas disfrutado con el reportaje, como yo he disfrutado con tu comentario que hace que la imaginación vuele entre los bellos restos que los antiguos griegos nos regalaron.
ResponderEliminar(Te aclaro que el joven de la diadema es "la" joven enamorada, es Safo).
Gracias y saludos.
Creo, Blas, que la melancolía es un paso anterior a la tristeza aunque no necesariamente lleve a ella.
ResponderEliminarBien sabes que me apasionan y que sin pasión no merece la pena moverse.
Gracias y saludos.
Me gusta mucho esta presentación que de la melancolía nos haces, ese sentimiento tan difícil de representar, los griegos lo hacen muy bien. Cuanta belleza!
ResponderEliminarSaludos Alfonso
Hola, independiente. ¡Cuánta belleza encierran estas obras! Los griegos sabían expresarla a la perfección (incluso adaptándolas para que así la viéramos, como en el Partenón). Saludos.
ResponderEliminarHola, de nuevo. Es que no he podido dormir pensando en la ultima foto. Quien es?De donde?
ResponderEliminarSe que las dos mujeres, Demeter y Persiphone, estan en una estela de Eleusis, no?
Safo, dices! La encuentro muy "abobada", que deciamos de pequenos. Y yo que siempre me la habia imaginado como un rayo. Que le paso a la pobre? O fue obra de uno de sus enemigos enamorados/as?
Seguire mis pesquisas.
Gracias por alentarme.
Un abrazo
Sí, Aurora, un sentimiento verdaderamente difícil de representar que encontré en las obras de la Antigua Grecia tam bien representado que me sorprendió.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Sí, Mercedes, tanta belleza es casi indigerible, y nos habla de un pueblo y un momento que quiso ser al completo, individual y socialmente, y que posiblemente estuvo muy cerca de conseguirlo.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Igoa, las últimas fotos, excepto la de Safo, están hechas en el Kerameikos, el antiguo cementerio griego que se situaba en el camino que conducía de la antigua Atenas al Pireo. Fue muy emocionante para mi pisar ese camino y ver las estelas funerarias que son auténticamente emocionantes, como las que señalas, aunque no tengo más datos de ellas ahora.
ResponderEliminarRespecto a Safo, que se encuentra en el Museo Arqueológico de Estambul, te aseguro que en directo causa una impresión profunda y tiene una expresión de enamoramiento inevitable que arrebata.
Gracias y saludos.
No, la melancolía no es un fallo, aunque lo parezca, aunque no tenga el brillo de la alegría. Es ese "refinamiento de la sensibilidad" que nos dices.
ResponderEliminarMe encantan esas esculturas; parece q ue estén presentes. Gracias por compartir.
Saludos.
Es verdad todo lo que comentas, Celeste, esas esculturas están presentes, vivas, continúan hablando. Y sí, la melancolía es un estado que es bueno recorrer aunque sea mejor no permanecer en él.
ResponderEliminarGracias y saludos.