Por muy hermoso que pueda ser un atardecer en Praga, en el Río de la Plata o en el Sahara, el amanecer nos espera como una puerta abierta a cualquier posibilidad que podamos inventar, sirviéndole de alternativa. Su belleza se encuentra en su potencialidad luminosa y en el ofrecimiento que nos hace de seguir caminando, incluso aunque solo sea en círculo. Y nuestro deseo de luz no se produce para que quede iluminado algo que pertenece al pasado, como en la imagen hoy irrepetible, que ha sido aniquilado cumpliendo el afán destructivo que caracteriza hoy las sociedades humanas y que pretende sustituir el afán de renovación que caracteriza nuestros mejores momentos. ¿Cómo diferenciar la aurora del ocaso? Solo podemos hacerlo gracias a nuestra disposición a vivir o a descansar, a olvidar, a recordar y a renovar la vida en su constante cambio y en su permanencia inestable, la que proporciona esos momentos de felicidad que dan sentido al recorrido circular
Eso; que se entere el visitante de que el formato vertical existe tanto como el horizontal en fotografía desde que se inventó. Y como tal es otra forma de expresar lo que vemos y como lo queremos transmitir. He mirado mucho las estupendas fotos que nos pones haciendo el esfuerzo de imaginarlas en vertical o en horizontal. Y merece la pena.
ResponderEliminarHe hecho de todo en este viaje por Malaga y la sierra de Cadiz. A veces el lugar pide el formato y otras le proporciona valores diferentes, amigo Carlos.
EliminarGracias y saludos.
Hola, qué tal...?
ResponderEliminarY no es fácil crear arte, en vertical y en horizontal. El artista se guarda el infinito. Si quieres verlo, asómate, está en vertical y en horizontal.
Saludos estivales.
Hola, juande, es un placer verte por aquí y leer lo que propones. Muchas gracias.
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