Uno ha disfrutado y estudiado en imágenes las obras de la Antigua Grecia antes de verlas en directo, y esa es una experiencia que le reserva algunas sorpresas, entre ellas aparece la representación de sensaciones que no esperaba, unas más comprensibles que otras, y una de las más comprensibles e inesperadas es la representación de la melancolía en una faceta serena que sorprende y atrae mucho al contemplador que intenta vivir aquellas obras como si fueran algo suyo. Clasicismo, democracia, filosofía, convivencia, origen, ciencia, historia… son algunas de las palabras que con toda naturalidad se aparecen en la mente de quien recrea la Grecia Antigua, pero melancolía… No, no es lo que uno espera aplicar a aquella cultura desaparecida aunque muy viva hoy en los entresijos de los orígenes de nuestro estar en el mundo. Pero, claro, cuando se califica una civilización desaparecida se olvida fácilmente que, en ella, como en todas las civilizaciones y culturas, como en cualquier tiempo ...
Color hay, pero con sabor a muerto. Un abrazo, 'tras...'.
ResponderEliminarLa muerte parece estar en lo pasado pero nos espera en el futuro, amigo Blas.
ResponderEliminarGracias y saludos.
mMe quedo con la sonrisa de ese apostol primero: la ESPERANZA!
ResponderEliminarSaludos
Sí, Igoa, esa sonrisa casi eterna parece decirnos que la vida sigue.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Lo asociamos a muertos por nuestro sentir ante la muerte y la imagen de sepultura, sin embargo estas figuras respiran vida. Con libros, instrumentos de músico, cenas...no falta mas que lo otro y puede que entre animales y hojarascas se esconda alguno. Hasta un ventanuco hay para que respire la pared.
ResponderEliminarSí, amigo Carlos, la vida respira por los entresijos de tanta piedra que parece vencer al tiempo mientras lo soporta.
ResponderEliminarGracias y saludos.