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PAPELES PÓSTUMOS DE "ROJO" (LIV)




No he podido, o sabido, encontrar otra forma de hacer pública mi penúltima novela que publicarla por entregas aquí.

Eso voy a hacer en los próximos días, un fragmento por día, en paralelo a mi página de Facebook:

https://www.facebook.com/independiente.trashumante

Su título es:

PAPELES PÓSTUMOS DE “ROJO” (copyright Alfonso Blanco Martín)

 

 (Quien desee tenerla y leerla completa, no tiene más que escribirme a trasindependiente@gmail.com, o por “messenger” en Facebook, y por 10 euros (gastos de envío incluidos) se la imprimiré y se la enviaré dedicada por correo)



***

 

12

 

Lo que más le sorprendió a sus ocho años, tras ser arrancada de su vida anterior, fue su padre adoptivo. De él no esperaba nada, como no se esperaba nada de ningún hombre en su barrio. Pero su nueva madre no dejaba de dirigirse a él (igual que hacían su madre y sus vecinas cuando estaban en casa), pero él no reaccionaba como aquellos hombres originarios, él parecía escuchar lo que ella decía y participaba en todo lo que ocurría en casa. Sí, se retiraba en su sofá o a su despacho en muchos momentos, pero en otros era uno más del movimiento de la casa para sorpresa de Lucía. ¿Entonces los hombres podían ser parte de la casa? ¿O era solo su padre adoptivo que era raro? Lo descubrió con el tiempo. Los hombres en otros lugares fuera del suyo de origen podían ser como su padre y su padre, además, era raro. Durante años no supo lo segundo y fue deduciendo lo primero. Sus compañeros del colegio decían cosas de sus padres que no coincidían con lo que ella pensaba y sentía (sería porque ella era adoptada, se decía) y de ese modo fue comprendiendo que su padre era diferente, pero era su padre, y un padre al que se quiere y admira no es un padre diferente. Difícil herencia le dejó esa comprensión, difícil y aguda forma conocida que le hizo que ser mujer en ella fuera algo diferente y raro respecto a las demás chicas.

 

Le quedó tanto que comprender como añoranza le había quedado de su tierra, de su pequeño pueblo urbano, al otro lado del inmenso mar que la unía y le alejaba de quien sentía que era, de quien deseaba ser.

 

(Continuará)

 

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