Ir al contenido principal

PAPELES PÓSTUMOS DE "ROJO (LXX)


 

 

No he podido, o sabido, encontrar otra forma de hacer pública mi penúltima novela que publicarla por entregas aquí.

Eso voy a hacer en los próximos días, un fragmento por día, en paralelo a mi página de Facebook:

https://www.facebook.com/independiente.trashumante

Su título es:

PAPELES PÓSTUMOS DE “ROJO” (copyright Alfonso Blanco Martín)

 

 (Quien desee tenerla y leerla completa, no tiene más que escribirme a trasindependiente@gmail.com, o por “messenger” en Facebook, y por 10 euros (gastos de envío incluidos) se la imprimiré y se la enviaré dedicada por correo)



***

 

 
Me está costando expresarme mientras siento que aún lo deseo como un recuerdo del propio deseo, como si fuera un anciano cuya ancianidad estuviera precedida de otra más leve que sería una madurez tan lejana de la juventud que se produjera como si nunca hubiera pasado la infancia, o como si no quedara de ella ni un recuerdo, ni una sensación, como si no hubiera existido nunca.
 
 
He visto aquí a Foster Wallace, a Hemingway, a Kafka, a Van Gogh, a Edward y Joan Downes, y a muchos desconocidos que supongo también suicidas, aunque pueden ser como Kafka o como yo mismo, unos suicidados sin ganas de morir ni acto de hacerlo. ¿Un suicida, yo? ¿Me suicidaste entonces, Luis? Como hizo la debilidad con Kafka, quizá alimentada por él mismo. ¿Hay suicidas que utilizamos instrumentos como la enfermedad o un amigo para llevar a cabo lo que no nos atrevemos a hacer nosotros mismos?
 
 
Ahora sé que la sabiduría inalcanzable está reservada al completo a cualquier ser consciente, es decir, a quien desea serlo con y sin prejuicios, por momentos y, precisamente, por momentos, segundos, instantes, inmedibles. Quien desea consciencia y tiene conciencia del deseo se asoma a la sabiduría, saca la cabeza por los intersticios de la elástica piel de los límites que lo convierten en un humano posible. Y esos momentos, instantes, solo son reconocibles tras la muerte, como me ocurre a mí y quizá a todos los suicidados de este cielo (para entendernos), que quizá somos todos: todos suicidas inconscientes cumpliendo ese destino.
 
 
(Continuará)

Comentarios

Entradas populares de este blog

Y MEDIO...

    Comenzaré sin más preámbulos diciendo que he vuelto a ver 8½ (Otto e mezzo), dirigida por Federico Fellini en 1963, y que puedo afirmar sin rubor que se ha quedado vieja.   Si el amable lector desea continuar leyendo descubrirá lo que contiene una afirmación como esa en estos tiempos y lugares que nos recorren sin horizonte, en una planicie confusa llena de montículos virtuales que no resultan atractivos para ser escalados.   La gran película de Fellini se ha quedado vieja como lo está, por poner un ejemplo señero, la obra de Caravaggio, con una presencia tan fulgurante y potente que el tiempo y el cambio transcurridos desde su creación, la de Caravaggio y la de Fellini, no permiten digerir como obras que afirman y transgreden sus propios momentos y convocan un clasicismo que no buscaron.   Hay obras, como las que estoy, precisamente, convocando aquí, que nos permiten afirmar que el progreso es solo una entelequia interesada, una falacia que pretende enfren...

MELANCOLÍA

Uno ha disfrutado y estudiado en imágenes las obras de la Antigua Grecia antes de verlas en directo, y esa es una experiencia que le reserva algunas sorpresas, entre ellas aparece la representación de sensaciones que no esperaba, unas más comprensibles que otras, y una de las más comprensibles e inesperadas es la representación de la melancolía en una faceta serena que sorprende y atrae mucho al contemplador que intenta vivir aquellas obras como si fueran algo suyo. Clasicismo, democracia, filosofía, convivencia, origen, ciencia, historia… son algunas de las palabras que con toda naturalidad se aparecen en la mente de quien recrea la Grecia Antigua, pero melancolía… No, no es lo que uno espera aplicar a aquella cultura desaparecida aunque muy viva hoy en los entresijos de los orígenes de nuestro estar en el mundo. Pero, claro, cuando se califica una civilización desaparecida se olvida fácilmente que, en ella, como en todas las civilizaciones y culturas, como en cualquier tiempo ...

POSTRES

Levanté una esquina de la parda alfombra del deseo y encontré bajo ella el color, era como un polvillo exquisito que quise tocar. De inmediato, la alfombra me envolvió y comenzó el sueño. *** La tiránica alegría del poder modela miseria. Es la falacia de la no intervención. *** Cuando se reflexiona, el músculo se carga de vida y la vista percibe nuevos e inútiles colores. *** Sin habla no habría nadie, sin sueño todos serían muertos. *** Si el mundo fuera una cesta la compañía de los otros serían los agujeros que dejan entre sí el entretejerse de las fibras que la componen. *** De rodillas pensaba que el mundo era una fiesta. *** Visto lo evidente mejor apagar la luz.