No he podido, o sabido, encontrar otra forma de hacer pública mi penúltima novela que publicarla por entregas aquí.
Eso voy a hacer en los próximos días, un fragmento por día, en paralelo a mi página de Facebook:
https://www.facebook.com/independiente.trashumante
Su título es:
PAPELES PÓSTUMOS DE “ROJO” (copyright Alfonso Blanco Martín)
(Quien desee tenerla y leerla completa, no tiene más que escribirme a trasindependiente@gmail.com, o por “messenger” en Facebook, y por 10 euros (gastos de envío incluidos) se la imprimiré y se la enviaré dedicada por correo)
***
V
¿Y por qué me trajeron mis padres al mundo? Porque no me trajeron, ellos hicieron otra cosa que no tiene nada que ver con mi vida, aunque sí con mi existencia. Ellos se amaron a su manera un poco incomprensible vista desde mí, ya adolescente, aunque atisbo ahora un amor juvenil en sus recuerdos y miradas con el que hace tiempo que me identifico, ese amor inocente que nace del puro crecer, del puro hacerse mayor y descubrir la vida sin cuestionarla a través del hombre o la mujer que se convierte en el único paisaje deseado, en exclusivo interlocutor y en reflejo del nuevo suelo que se pisa juntos y que se comienza a solar gracias al encuentro con el otro. ¿Un suelo común o un suelo de cada uno de los enamorados entre sí que se intercambia según se van entrelazando sensaciones y pensamientos en el roce constante? Roce que en conjunto sería musical, y que por partes supone goces, picores, erupciones, recreaciones, anhelos cutáneos, toda una parafernalia de la piel que domina aquello que nos gustaría dominar.
VI
Yo, ese que hace pocos días fue saludado por un conocido escritor porque llevaba un libro suyo en la mano, de esos que él mismo dice que nadie lee, he querido empezar a transcribir los acontecimientos que quiero contar aquí dando la palabra a Lucía. Ella no sé si es la auténtica protagonista de esta historia o de este pedazo de mi vida. Ella es el centro de mi vida y ¿es el centro? de esta extraña historia a la que me enfrento desde hace poco y que quiero reflejar en estos papeles para exorcizarla, liberarme de ella, apurarla, dar un sentido al futuro que parece abrir lo que aquí describo, como si el presente se hubiera cerrado ante una posibilidad nueva, como si ese escurridizo tiempo del ahora solo sirviera de indicación hacia algo que fuera a suceder y no de heredero de lo ya fijado, del marmóreo pasado, inquebrantable e inamovible salvo por el juego del recuerdo.
(Continuará)
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